La orientación espacial ayudará a que los más pequeños sean capaces de representarse en el espacio que les rodea. Encontrarán el camino hacia un destino y será una actividad práctica a la hora de realizar tareas habituales como: ir a casa, al colegio, al supermercado…
¿Cómo desarrollar la orientación espacial en niños?
- Puzzles: es necesario manipular piezas, encontrar el lugar adecuado y manipularlas para que encajen en los diferentes huecos y resolverlos.
- Juegos de cubos: sirven para practicar vocabulario como, arriba, abajo, izquierda, derecha, delante… Además, utiliza un sistema similar al puzzle, porque se manejan piezas, se mueven, se giran y se cambian de posición para crear una estructura.
- Legos.
Mapa de vuestro barrio o casa para mejorar la orientación espacial
¿Qué material necesitáis?
Os recomendamos esta actividad dirigida a los más pequeños, que les ayudará a situar objetos conocidos en un papel y a comprender la relación entre lo representado y lo real. Para ponerla en práctica, solo necesitáis una hoja, un lápiz y lápices de colores.
- Entre 3 y 5 años
A esta edad, y para comenzar desarrollando vocabulario necesario para orientarse, dales un objeto y pedidles que lo coloquen en distintos sitios que le vayáis diciendo. Otra opción, es darles un mapa de una determinada zona para que encuentren el camino entre dos puntos.
- +6 años
A partir de 6 años, muchos niños pueden intentar dibujar un mapa de su casa. A pesar de que no será proporcional y que se olvidarán ciertas cosas, es interesante porque requiere mucha concentración para recordar los distintos espacios o salas y cómo se sitúan unas con respecto a otras.
Una vez acabado el mapa, pedidles que lo sigan para comprobar si se corresponde a la realidad.
- +9 años
Con niños más mayores, después de haber hecho el mapa de vuestra casa, podéis pedir que intenten hacer el mapa del barrio. Animadles a añadir el máximo de detalles, para desarrollar el sentido de la observación.
También podrán practicar la distancia y unidades con esta práctica. Podéis pedirles que hagan un camino de 100 m. desde su casa, indicándoles previamente cuánto es un metro aproximadamente (un paso grande) y que tienen que hacer el cálculo con 100.
Mapa del tesoro
Una vez que vuestros hijos han finalizado el ejercicio, ¡no dudéis en convertirlo en un mapa del tesoro!
Esconded una pista o un pequeño tesoro (algo de comer, algún juguete, un “vale por”…) en distintos lugares y marcadlos con una cruz en el mapa. Con esto, conseguiréis darle utilidad a la actividad desarrollada anteriormente y verá que las imperfecciones del mapa, hacen más complicado encontrar el tesoro, por lo que aprenderán de sus propios errores.
Encontrar el camino
Con los más grandes podéis añadir otro tipo de desafíos, como mirar el mapa de la ciudad, del metro o de autobuses, e indicarles un lugar en el mapa al que deben llegar, para que descubran cómo deben hacerlo. Así que no lo dudéis, coged el mapa e iros a dar una vuelta.
Explorar tu barrio con Google Maps
En último lugar, descubriremos el vecindario o cualquier otra parte, con Google Maps. Encontraréis el camino entre varias ubicaciones y podréis ver cualquier lugar a distintas escalas.
Esta actividad puede ser muy útil para aquellos niños menos motivados con los mapas clásicos, ya que todos sabemos lo atractivo que resulta el mundo digital.
¿Os animáis a probar alguna de estas opciones?
Esperamos que os resulten interesantes y disfrutéis de buenos momentos en familia.